Las zonas problemáticas en la piel (lesiones) a menudo empiezan como parches ligeramente rojos y escamosos que son redondos u ovalados. Normalmente aparecen en la cara, la parte superior de los brazos, el cuello y la parte media del cuerpo. Una vez que las lesiones desaparecen, los parches se vuelven de color claro (hipopigmentados).
Los parches no se broncean fácilmente. Debido a esto, se pueden enrojecer rápidamente al contacto con el sol. Debido a que la piel que rodea los parches normalmente se oscurece, estos se pueden volver más visibles.
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