El tratamiento para esta afección comienza con la extracción de las heces retenidas. Después de eso, se siguen pasos para prevenir retenciones fecales futuras.
Un enema tibio con aceite mineral se utiliza frecuentemente para suavizar y lubricar las heces. Sin embargo, los enemas solos no son suficientes para eliminar una retención grande y endurecida en la mayoría de los casos.
Es posible que se tenga que romper la masa con la mano, lo cual se denomina extracción manual:
- Un proveedor deberá introducir uno o dos dedos en el recto y lentamente despedazar la masa en trozos pequeños con el fin de que pueda salir.
- Este proceso se debe realizar en pequeños pasos para evitar causarle lesión al recto.
- Se puede aplicar supositorios dentro del recto entre los intentos de extracción manual para ayudar a eliminar las heces.
Pocas veces, se requiere cirugía para tratar una retención fecal. Una sobredilatación del colon (megacolon) o una obstrucción completa del intestino pueden requerir una extracción completa de la retención fecal.
Casi cualquier persona que haya tenido una retención fecal necesitará seguir un programa de reentrenamiento intestinal. Su proveedor y un terapeuta o personal de enfermería especializado:
- Tomarán una historia clínica detallada de su dieta, patrones intestinales, uso de laxantes, medicamentos y problemas médicos.
- Lo examinarán cuidadosamente.
- Recomendarán cambios en su dieta, cómo usar laxantes y ablandadores de heces, ejercicios especiales, cambios en el estilo de vida y otras técnicas especiales para reentrenar los intestinos.
- Le harán un seguimiento minucioso para garantizar que el programa funcione.
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